Tercera Semana de Cuaresma
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro, En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén
En el pasaje de hoy Jesús nos habla de su papel en la vida de cada uno de nosotros. Nos invita al arrepentimiento, a cuidar nuestras vidas y a permitir que Él sea nuestro viñador. Dejemos que Él abone aquellas areas que son buenas en nuestro caminar hacia Él y eliminar aquellas areas (ramas) que no necesitamos.
Oración Inicial
Dios eterno, gracias porque durante este caminar de cuaresma tu has estado con cada uno de nosotros guiándonos y acompañandonos. Ayúdanos a alimentar esas partes de luz y bondad que hay en nuestro interior y a cortar cualquier parte que nos lleve al pecado y a la oscuridad. En el nombre de tu hijo Jesús, te lo pedimos Señor.
Amen

En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante”.
Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”.
—Lucas 13, 1-9
Reflexión
Imagina una planta, si tienes una cerca contemplala…
¿Qué ves?, quizas podrás ver en ella: vida, hojas, tallos vivos (algunos secos), tierra, agua, algunas raices…
Hoy Jesús nos invita a hacer un paralelo de nuestra vida con la vida de una planta. Quienes cultivan plantas saben que para que ésta viva, crezca y de fruto, necesita de ciertas condiciones y elementos. Jesús resalta tres: la tierra, el abono y el tiempo.
Además es importante para una planta ser regada y que se le corten las ramas secas en una epoca específica del año. Jesús es el cultivador de nuestra vida. Él se está encargando día a día de abonar nuestra tierra, de llevarnos paso a paso para ser una planta que da mucho fruto; frutos de amor, bondad, generosidad, santidad, sacrificio, entrega, mansedumbre, templanza, fortaleza, obediencia, entre otros.
Él no vino a la tierra para condenarnos, si no para ayudarnos a llegar al cielo y acompañarlo por toda la eternidad. Él hoy nos invita al arrepentimiento, no con el propósito de que nos sintamos culpables e indignos, si no, con el propósito de sacar de nosotros lo mejor que tenemos.
Y tú, si aún no lo haces, ¿te gustaría que Jesús fuera tu viñador, tu cuidador, tu restaurador?
Reflexión escrita por Marcel
Compromiso para esta semana
- RECONOCE los frutos hermosos que tienes en tu vida (por ejemplo, tu sentido de servicio, la manera en que amas, como perdonas a otros, tu generosidad, etc) y reconoce los frutos que hay en todas las personas que conforman tu familia
- PIDE AL ESPÍRITU SANTO reconocer esas areas de tu vida que debes cortar. Puede ser una mala amistad, una relación, un hábito, una situación que te esté haciendo caer en pecado una y otra vez.
- ORA A DIOS para que te de fortaleza de dejar atrás el pecado que aún no puedes dejar. Pidele también para que todos los miembros de tu familia reciban esta fortaleza.
- PERMITE QUE JESÚS sea tu viñador, pidele a Él que te ayude a dar los mejores frutos en tu hogar, tu estudio y en tu trabajo.
Oración Final
Dios eterno, en tus manos encomendamos el fruto de nuestras vidas y de nuestras familia, que acompañados siempre por tu hijo Jesús nuestro viñador, estemos siempre llenos del agua viva que sólo Él nos puede ofrecer y del abono que necesitamos a través de tu Santo Espíritu.
Amén
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