Llenáte del Espíritu Santo
Celebrando Pentecostés recordamos la venida del Espíritu Santo; esa divina promesa que Jesús nos hizo. Por medio de este divino regalo, Dios nos llena de sus dones y carismas y estos a su vez nos permiten continuar con esa obra que Dios nos ha encargado. Pentecostés nos permite renovar nuestra relación personal con Jesús y dejar que su amor nos siga moviendo. Es el momento para recordar que Jesús resucitó y vive en cada uno de nosotros.

Celebremos con alegría este retiro, profundicemos en la oración, la alabanza y dejemos que Dios nos siga llenando de sus dones y carismas para la Gloria de su nombre.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo
Hechos 2,5
Día 4: El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús
Selecciona el tipo de Retiro de tu interés:
Día 4: Retiro Adultos
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración Inicial
Lectura Bíblica – Juan 14, 11-27
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.» Judas, no el Iscariote, le preguntó: «Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mun do?» Jesús le respondió: «Si al guien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado. Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.
Palabra de Dios

En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Juan 14, 26
Una verdad maravillosa proclama Jesús con esta frase suya tan famosa. Nosotros tenemos obligación de pensar y meditar mucho en la vida, pero siempre y en toda ocasión la fórmula infalible para no equivocarnos es ésta: Lo que estoy diciendo, pensando o haciendo, ¿estará de acuerdo con lo que ha enseñado Jesucristo? El Padre Miguel Rúa, elevado hace poco al honor de los altares, tuvo que reemplazar a San Juan Bosco en el gobierno de una de las Comunidades religiosas más importantes del mundo. Cuando al P. Rúa se le presentaba un problema difícil, se colocaba frente al retrato del santo fundador y pensaba: ¿”Qué opinaría Don Bosco en este caso”? Algo semejante tenemos que hacer nosotros en muchas circunstancias detenernos un poco y meditar: “¿Qué opinaría Cristo a este respecto”? Y para ello es necesario que el Espíritu Santo nos recuerde siempre lo que Jesús nos ha dicho. Lo que el Divino Espíritu nos va a hacer descubrir no es sólo la verdad. Esa ya la enseñó Jesucristo. Lo que nos va a enseñar a descubrir es el significado de esas verdades que enseñó el Redentor. Podemos pasar la vista años y años por sobre una frase de Jesús y no lograr comprender lo que significa. Pero si nos llega una ligera luz del Espíritu Paráclito, encontraremos tesoros increíbles en esas sencillas palabras.
El Espíritu Santo nos protege contra uno de los peores peligros en la vida espiritual que es olvidar las enseñanzas de Jesús. Hay un gran bien en que el Divino Paráclito nos recuerde lo que Jesús ha dicho, y es el siguiente: cuando sentimos la inclinación a obrar lo malo, cuando estamos a punto de llevarlo a cabo, si se presenta a nuestra mente una frase de Cristo podremos detenernos y dejar de dar el paso fatal hacia la perdición. (Por eso los antiguos abrían de vez en cuando el Evangelio al azar, donde saliera, y muchas veces encontraban allí la frase que estaban necesitando en ese momento). En los momentos de prueba y de depresión, el que el Espíritu Santo nos recuerde una frase de la Sagrada Escritura, nos puede ser de mayor remedio y animación que si nos hubiéramos tomado un frasco de pastillas contra el nerviosismo. Vemos unos ejemplos. Esta frase de Jesús “Buscad primero el Reino de Dios y su santidad, y todo lo demás se os dará por añadidura”. Fue la palanca que empujó a San Antonio Claret, al Santo Cura de Ars, a San Benito Cottolengo, a Santa Teresa, a San Ignacio y a millones de santos más a emprender inmensas obras apostólicas con medios humanamente risibles y despreciables. Hace poco un deprimido visitaba la oficina del famoso psiquiatra doctor Blanton. Mientras el gran sabio se preparaba a recetarlo, el paciente leyó sobre una mesa del psiquiatra estas frases de la Santa Biblia; “Si Dios está con nosotros, quién contra nosotros? Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Y con una sonrisa llena de entusiasmo exclamó: “Doctor: aquí está el remedio que necesitaba. Por ahora no necesito calmantes. Estas frases eran las que mi espíritu estaba deseando”. Y volvió a su casa pleno de paz y alegría. Allí en esos letreros del escritorio lo estaba esperando el Espíritu Santo para recordarle lo que el Señor ha dicho en sus Sagradas Escrituras. Qué gran favor nos hace con esto el Paráclito. ¡En verdad se merece bien ese nombre que significa: Consolador, Animador, Abogado y Defensor!. En los momentos de prueba el Espíritu Santo quiere presentar a nuestro espíritu aquello que jamás deberíamos haber olvidado: Las enseñanzas de Jesús.
Compromiso
- LEE UNA PÁGINA de algún Evangelio, pidiendo al Espíritu Santo que te ilumine su significado.

¡Oh, Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana. Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor
Amén.
Padrenuestro que estás en el cielo…
Video Adicional
Día 4: Retiro Familia con Niños
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

En familia hagamos la siguiente oración:
Espíritu Santo, queremos vivir como el niño Jesús, dando nuestro amor a todos, compartiendo con los que necesitan, brindando alegría a los demás, ofreciendo nuestro tiempo y nuestro esfuerzo para hacer el bien a los que nos rodean. Sí, Santo Espíritu de Dios, queremos vivir como el niño Jesús, por eso te pedimos que llegues a nosotros y llenes nuestros corazones, para darnos la fuerza para vivir como verdaderos discípulos y discípulas de nuestro Amigo Jesús.
Amén
Miremos juntos el siguiente video:
Lectura Bíblica – Juan 14, 11-27
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.» Judas, no el Iscariote, le preguntó: «Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mun do?» Jesús le respondió: «Si al guien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado. Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.
Palabra de Dios

En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Juan 14, 26
Una verdad maravillosa proclama Jesús con esta frase suya tan famosa. Nosotros tenemos obligación de pensar y meditar mucho en la vida, pero siempre y en toda ocasión la fórmula infalible para no equivocarnos es ésta: Lo que estoy diciendo, pensando o haciendo, ¿estará de acuerdo con lo que ha enseñado Jesucristo? En muchas circunstancias debemos detenernos un poco y meditar: “¿Qué opinaría Cristo a este respecto”? Y para ello es necesario que el Espíritu Santo nos recuerde siempre lo que Jesús nos ha dicho. Lo que el Divino Espíritu nos va a hacer descubrir no es sólo la verdad. Esa ya la enseñó Jesucristo. Lo que nos va a enseñar a descubrir es el significado de esas verdades que enseñó el Redentor. Podemos pasar la vista años y años por sobre una frase de Jesús y no lograr comprender lo que significa. Pero es con la ayuda del Espíritu Santo que encontramos su significado.
El Espíritu Santo nos protege contra uno de los peores peligros en la vida espiritual que es olvidar las enseñanzas de Jesús. Hay un gran bien en recordar lo que Jesús nos enseño ya que cuando sentimos la inclinación a obrar lo malo, cuando estamos a punto de llevarlo a cabo, si se presenta a nuestra mente una frase de Jesús podremos detenernos y dejar de dar un paso incorrecto. En los momentos de prueba el Espíritu Santo quiere presentar a nosotros aquello que jamás deberíamos haber olvidado: Las enseñanzas de Jesús.
Compromiso
- LEAMOS EN FAMILIA UNA PÁGINA de algún Evangelio cada día y pidamosle al Espíritu Santo que nos muestre el mensaje que nos quiere dar a través de la palabra.

¡ Oh Espíritu Santo ! Amor del Padre y del Hijo: Inspíranos siempre lo que debemos hacer y lo que debemos evitar. Lo que debemos decir y lo que debemos pensar, para procurar tu Gloria y el bien de las almas.
Amén
Padrenuestro que estás en el cielo….
Día 5: El Espíritu Santo es nuestro defensor
Selecciona el tipo de Retiro de tu interés:
Día 5: Retiro Adultos
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración Inicial
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oración:
Señor danos la gracia de abrir nuestros corazones a tu Santo Espíritu Santo y a su obrar en nuestras vidas. Purifica nuestras mentes y nuestros corazones, perdona nuestras faltas y ayúdanos a procurar siempre el bien, y dar amor y perdón a todos los que nos rodean.
Amén.
Padrenuestro que estás en el cielo….

Lectura Bíblica – Juan 14, 11-18
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes.
Reflexión
«y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad»
Juan 14,16
Jesús no quiere permitir que tengamos que luchar solos en la vida cristiana. Promete que nos enviará un “Paráclito”. Y, ¿qué quiere decir la palabra Paráclito? Es una palabra griega que significa: Un Consolador, un Defensor, un Abogado que se coloca junto a un indefenso y débil para ayudarlo. En griego, que es el idioma en que fue escrito el Evangelio de San Juan, la palabra Paráclito significa: “una persona a quien se llama en situación de angustia”. Se titulaba también así a la persona que llegaba al tribunal para dar testimonio en favor de alguien y defenderlo. O el Abogado que se llamaba para tomar la defensa de un acusado cuanto éste tenía peligro de recibir una condena grave. Otro significado que se le daba a la palabra Paráclito era la de un Técnico o Experto, o Consultor al cual se recurría para aconsejarse sobre alguna situación muy difícil.
En la milicia se llamaba Paráclito a un Especialista en psicología al cual se le pedía que viniera a animar, entusiasmar, e infundir coraje y alegría a los soldados de un ejército, cuando en una guerra se hallaban muy deprimidos. Por eso en varias Biblias se traduce Paráclito por Consolador.
En todos estos significados Paráclito es un nombre que se le da a una persona a quien se llama para brindar ayuda a seres débiles que tienen problemas o están sumidos en tristezas, dudas o confusiones, y necesitan un guía seguro para superar esa situación. Según este nombre que la Sagrada Escritura le da al Espíritu Santo, Él se presenta como alguien que nos ayuda a enfrentar las situaciones difíciles. Él es quien nos concede fuerzas y luces para enfrentar los problemas, y para cambiar una vida derrotada en una existencia victoriosa.
De manera que lo que dice Jesús con esta frase que estamos explicando es lo siguiente: “Os encomiendo una tarea dura y os dejo mandatos difíciles. Pero os enviaré a alguien que es un Paráclito, o sea un Defensor, un Guía, un Animador. Él os mostrará lo que debéis hacer: os dará luces y fuerzas y os hará capaces de enfrentar cualquier batalla por la santidad”.
Es un “regalazo” del Señor. Aleluya.
SOLUCIONES PRECISAS EN CASOS URGENTES:
A veces se presentan disyuntivas angustiosas. Se exigen soluciones extrarrápidas la razón no alcanza a formar sus raciocinios. El buen cristiano eleva inmediatamente su corazón a Dios y es entonces cuando se hace presente el Espíritu Santo con sus luces e inspiraciones. No es lo que sucedió a Cristo cuando le presentan la pecadora para ver si la condena, y les dice: “El que no tenga pecado que lance la primera piedra”, y se fueron todos avergonzados, empezando por los más viejos que eran los más dañados? Claro está que estas inspiraciones del Espíritu Santo no caben a la vez en la mente con el orgullo.
Si nos creemos autosuficientes, infalibles, que no necesitamos de la oración, de Dios y de pedir consejo a los demás ni de seguir las instrucciones de los superiores, entonces el Señor nos deja que nos guiemos por nuestras solas luces que son bien pocas, y se cumple lo que decía Jesús: “si un ciego guía a otro ciego, los dos caen en el abismo”. Que no nos suceda lo que dice la Santa Biblia de un rey de Israel: “Porque su corazón se llenó de orgullo, Dios lo abandonó en manos de sus enemigos”.
Compromiso
- HABLARÉ a alguna persona acerca del Espíritu Santo, de sus dones y gracias y lo que representa en nuestras vidas.

¡Oh, Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana. Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Texto: Parroquía El Espíritu Santo
Padrenuestro que estás en el cielo….
Día 5: Retiro Familia con Niños
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

En familia hagamos la siguiente oración:
Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma yo te adoro, te alabo, te amo y te bendigo. Me entrego hoy libre a ti para que controles mis facultades y sentidos, me ilumines, me fortalezcas, me consueles cuando este triste, me serenes y me bendigas. Inunda mi inteligencia de luz celestial para conocer la divina voluntad, lo que puedo y debo hacer, lo que puedo y debo modificar, lo que no depende de mí. Ayúdame para que pueda ser un buen niño y conservar la pureza de mi corazón.
Amén
Miremos juntos el siguiente video:

Lectura Bíblica – Juan 14, 11-18
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes.

«y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad»
Juan 14,16
Jesús no quiere permitir que tengamos que luchar solos en la vida. Promete que nos enviará un “Paráclito”. Y, ¿qué quiere decir la palabra Paráclito? Es una palabra griega que significa: Un Consolador, un Defensor, un Abogado que se coloca junto a un indefenso y débil para ayudarlo. En griego, que es el idioma en que fue escrito el Evangelio de San Juan, la palabra Paráclito significa: “una persona a quien se llama en situación de angustia”. Se titulaba también así a la persona que llegaba al tribunal para dar testimonio en favor de alguien y defenderlo. O el Abogado que se llamaba para tomar la defensa de un acusado cuanto éste tenía peligro de recibir una condena grave.
En todos estos significados Paráclito es un nombre que se le da a una persona a quien se llama para brindar ayuda a seres débiles que tienen problemas o están sumidos en tristezas, dudas o confusiones, y necesitan un guía seguro para superar esa situación. El Espíritu Santo se presenta como alguien que nos ayuda a enfrentar las situaciones difíciles. Él es quien nos concede fuerzas y luces para enfrentar los problemas, y para cambiar una vida derrotada en una existencia victoriosa.
De manera que lo que dice Jesús con esta frase que estamos explicando es lo siguiente: “Os encomiendo una tarea dura y os dejo mandatos difíciles. Pero os enviaré a alguien que es un Paráclito, o sea un Defensor, un Guía, un Animador. Él os mostrará lo que debéis hacer: os dará luces y fuerzas y os hará capaces de enfrentar cualquier batalla por la santidad”.
Es un “regalazo” del Señor. Aleluya.


- HABLAR: a alguna persona acerca del Espíritu Santo, de sus dones y gracias y lo que representa en nuestras vidas.
- RECORDAR: En cualquier situación que enfrentes, recuerda hacer oración e invocar al espíritu Santo antes de tomar cualquier decisión.
- MEMORIZAR: Haremos en familia unas tarjetas con dibujos de todos los dones del Espíritu Santo y las pondremos en un lugar donde las podamos ver todos los días.
Oración Final
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo. Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas, y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre Si tu le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al Espíritu indómito, guía el que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.
Padrenuestro que estás en el cielo….
Día 6: El Espíritu Santo está en nosotros
Selecciona el tipo de Retiro de tu interés:
Día 6: Retiro Adultos
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración Inicial

Lectura Bíblica – Juan 14, 15-21
Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.»
Reflexión
Ustedes conocerán al Espíritu Santo porque está con ustedes y permanecerá en ustedes.
Juan 14, 17
El Espíritu Santo lo reciben los que lo esperan con oración y con ánimo dispuesto y en silencio. El Divino Espíritu nunca tumba las puertas del corazón de nadie. O se le abre espontáneamente o se queda fuera. Espera hasta que lo recibamos con cariño filial. Hay que obrar como lo hicieron los primeros discípulos y como lo hacen tantos cristianos fervorosos en la actualidad: preocuparse por darle una calurosa bienvenida en el alma al Santo Paráclito. Y esto es lo que no hace el mundo, el cual se siente demasiado ocupado en las cosas materiales de esta tierra para dedicarle un breve rato a los mensajes celestiales y eternos. Que no tengamos que repetir nosotros los versos inmortales de Lope de Vega:
Cuántas veces mi ángel me decía: “Alma, asómate ahora a la ventana, Verás con cuánto amor llamar porfía”. Y cuántas, hermosura soberana, “Mañana le abriremos”, respondía. Para lo mismo responder mañana.
Cuando deseemos que se cumpla en nosotros la bella frase de Jesús: “Vosotros conoceréis al Espíritu Santo, porque está con vosotros”. Dediquemos una parte de nuestro ruidoso y apresurado tiempo para esperar su llegada a nuestra alma: empleemos este tiempo en la oración, en el silencio y en la lectura de las Sagradas Escrituras y de un momento a otro oiremos los pasos del Espíritu que llega, o simplemente haremos el descubrimiento que hizo el poeta cuando exclamó:
“¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras, Qué interés se te sigue, Dueño mío, Que a mi puerta, cubierto de rocío, Pasa las noches del invierno oscuras? “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo (Apocalipsis 3,20)

- TENDRÉ CADA DÍA algunos momentos de silencio para que el Divino Espíritu pueda hablar a mi alma.
- ORAR E INVOCAR: Recuerda hacer oración e invocar al espíritu Santo antes de hacer una lectura de la Biblia y meditación.
Oración Final
¡Oh, Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana. Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Texto: Parroquía El Espíritu Santo
Día 6: Retiro Familia con Niños
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

En familia hagamos la siguiente oración:
Espíritu Santo. Espíritu de Dios. Te quiero pedir que vivas en mi corazón. Ayúdame a vivir como el niño Jesús. Que busque el bien, que me preocupe por los demás, que me ofrezca con generosidad para ayudar a los demás. Que cumpla con mis tareas con alegría y buen humor. Ayúdame en el estudio. Que en mi hogar sea servicial. Con mis amigos que sea un buen compañero. Dame fuerzas, querido Espíritu del Señor. Para vivir como vivió Jesús: amando y haciendo el bien.
Amén
Miremos juntos el siguiente video:
Lectura Bíblica – Juan 14, 15-21
Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.»
Reflexión
Ustedes conocerán al Espíritu Santo porque está con ustedes y permanecerá en ustedes.
Juan 14, 17
El Espíritu Santo lo reciben los que lo esperan con oración y con ánimo dispuesto y en silencio. El Divino Espíritu espera que le abramos el corazón, preocupemonos cada día para darle una calurosa bienvenida en el alma al Santo Paráclito.
Cuando deseemos que se cumpla en nosotros la bella frase de Jesús: “Vosotros conoceréis al Espíritu Santo, porque está con vosotros”. Dediquemos una parte de nuestro día en familia para esperar su llegada a nuestra alma: empleemos este tiempo en la oración, en el silencio y en la lectura de las Sagradas Escrituras y de un momento a otro oiremos los pasos del Espíritu que llega.

- TENDRÉ CADA DÍA algunos momentos de silencio para que el Divino Espíritu pueda hablar a mi alma. Este momento lo puedo tener a solas o en familia.
- ORAR E INVOCAR: Recuerda hacer oración e invocar al espíritu Santo antes de hacer una lectura de la Biblia y meditación.

En familia hagamos la siguiente oración final:
¡ Oh Espíritu Santo ! Amor del Padre y del Hijo: Inspíranos siempre lo que debemos hacer y lo que debemos evitar. Lo que debemos decir y lo que debemos pensar, para procurar tu Gloria y el bien de las almas.
Amén.
Padrenuestro que estás en el cielo…

Una respuesta a “Retiro de Pentecostés II”