LA PAZ DE JESÚS

Prepárate para la Llegada de Nuestro Señor Jesús
En esta segunda semana de Adviento buscaremos y pediremos a Dios llenar nuestros corazones con la paz que nuestro Señor Jesús nos ha prometido. Él nos dice “mi paz les dejo, mi paz les doy” Juan 14,27. Hoy reflexionaremos en el llamado que Juan el Bautista nos hace a la conversión. Conversión significa volver nuestra mirada a Dios y seguir su voluntad.
Semana 2: La paz de Jesús
Selecciona el tipo de Retiro de tu interés:
Semana 2: Retiro Adultos
La paz de Jesús
Estas actividades pueden realizarse cualquier día desde el 5 de diciembre al 12 de diciembre del 2025.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor nuestro que esta semana nos des la gracia de tener paz en nuestros corazones, sin importar lo que tengamos que vivir. Que, aunque pasemos alegrías o tristezas, jamás perdamos la paz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Escuchemos y oremos juntos la Oración de la Paz, debajo del vídeo se encuentra la oración escrita.
ORACIÓN DE ADVIENTO DE LA PAZ
Señor Jesús, tú eres el príncipe de la paz, invocamos tu Santo Espíritu en este momento para que inundes cada uno de los lugares de nuestra mente y corazón. Señor danos esa paz que solo tu nos puedes dar, esa paz que está presente en medio de nosotros desde que viniste por primera vez. Dadnos, Señor Paz en las dificultades, problemas, aflicciones, dolores y enfermedades. Oramos hoy porque tu paz invada nuestras vidas y las de nuestras familias. Padre eterno gracias por enviarnos a tu hijo amado para darnos tu paz, amor y perdón. Señor que nuestros corazones nunca pierdan la paz que tú nos das. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Participaremos de la misa el domingo 7 de diciembre y de ser posible algún otro día entre semana.
Actividad inicial
En esta segunda semana de Adviento buscaremos y pediremos a Dios llenar nuestros corazones con la paz que nuestro Señor Jesús nos ha prometido. Él nos dice “mi paz les dejo, mi paz les doy” Juan 14,27. Hoy reflexionaremos en el llamado que Juan el Bautista nos hace a la conversión. Conversión significa volver nuestra mirada a Dios y seguir su voluntad.
Encendemos dos velas moradas de la corona de adviento y al hacerlo iremos recordando que Jesús es el salvador, el príncipe de la paz que vino a llenar el mundo de su presencia, de su luz y de su amor. Si no tienes una corona, puedes encender cualquier vela.

Mateo 3, 1-12
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Palabra del Señor, R/Gloria a ti Señor Jesús.

Hoy reflexionaremos sobre la paz. En el evangelio, Juan el Bautista nos invita a reflexionar en nuestros actos y pedir perdón a Dios por el mal que hemos hecho. No el mal que hicimos hace unos días, si no a lo largo de nuestra vida. El examinar nuestra vida entera y pedirle perdón a Dios hace que nos llenemos de paz. Pedir perdón a otros también nos llena de paz. Ganar esta paz implica perdonar en nuestro corazón a aquellos que nos han fallado y pedir perdón a quienes les hemos fallado y reconciliarnos con ellos de ser posible. El evangelio también nos recuerda que no estamos solos, que tenemos algo muy poderoso respaldándonos, el Espíritu Santo. Gracias a Él podremos reconocer nuestras fallas, pedir perdón y llenarnos de la paz que solo Dios nos puede dar. Hoy habla con Dios y dile desde tu corazón que llene tu vida y la de tu familia con su Santo Espíritu y que cómo fruto llene de paz todos los lugares a donde vayan. Marcel
En la actual sociedad de consumo, este periodo <<de adviento>> sufre, por desgracia, una especie “de contaminación” comercial que corre el peligro de alterar su auténtico espíritu, caracterizado por el recogimiento, la sobriedad y una alegría no exterior sino íntima. (Papa Benedicto XVI, 11 de diciembre de 2005).

Reflexiona personalmente o en familia en las siguientes preguntas. Después de 10 minutos de reflexión, comparte o escribe tus respuestas.
- ¿Por qué hacer un examen de conciencia es importante en la vida cristiana?
- ¿Por qué es importante pedir perdón a Dios por nuestros pecados y acudir a la confesión con un sacerdote?
- ¿Qué me invita Dios a cambiar hoy en mi vida? Haz una oración pidiendo a Dios que te ayude en ese aspecto que debes cambiar, pídele las herramientas que necesitas para hacer las cosas diferentes.

Para ayudarte hacer el examen de conciencia puedes ver el siguiente video:
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
Juan 3:16

Haz una oración de agradecimiento a Dios o designen a alguien de la familia para que haga esta oración. A cada petición respondemos R/ Señor danos tu paz
- Para que encontremos en el diálogo soluciones a nuestros malentendidos. R/ Señor danos tu paz
- Para que en nuestra familia y las de nuestros compañeros de trabajo y estudio reine la unidad y la comprensión. R/ Señor danos tu paz
- Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Estaré pendiente de lo que ocurre en mi alrededor, si hay algún conflicto procurare estar en paz y brindar esa paz a los que me rodean, cambiando la queja y el reclamo por palabras de cariño y amor, incluso dando un abrazo.
Adultos y jóvenes: En los próximos días reflexionare en ¿Qué me invita Dios a cambiar en mi vida? Luego haré una oración pidiendo a Dios que me ayude a cambiar aquello que debe ser diferente en mí y humildemente le pediré que me de las herramientas necesarias para hacer las cosas de acuerdo a su voluntad. Si me es posible asistiré a una capilla para hacer allí mi oración y un examen de conciencia.

Señor Jesús, imploramos que nos concedas tu Santo Espíritu y que hagas tu morada en nuestros corazones. Con tu gracia podremos ser dignos de este hermoso regalo para dar mucho amor y paz a todos los que nos rodean. Amén.
Padrenuestro, Dios te salve y Gloria
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios.”
Lucas 1:35

Prepara el corazón para recibir a Jesús con estas canciones
Gracias por compartirnos tu reflexión de Adviento.
Hemos terminado las actividades de esta semana. Nos vemos la próxima Semana.
Dios te bendiga.
PERMÍTENOS ORAR POR TUS PLEGARIAS
¿Te gustaría que oremos por ti o por alguien más ?
El grupo de intercesión de Conversando con Dios orará por tu intención. Clamando a Dios para que su voluntad obre en tu vida y en la de quienes estén en tu intención. Recuerda lo que nos dice Jesús: «Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» Mateo 18,20
Semana 2: Retiro Familia con Niños
La paz de Jesús

Durante esta oración inicial uno de los miembros de la familia ira leyendo la oración y los demás irán repitiendo sus palabras:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor nuestro que esta semana nos des la gracia de tener paz en nuestros corazones, sin importar lo que tengamos que vivir. Que, aunque pasemos alegrías o tristezas, jamás perdamos la paz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Escuchemos y oremos en Familia esta Oración de la Esperanza, el texto de la oración esta debajo del video:
ORACIÓN DE ADVIENTO DE LA PAZ
Señor Jesús, tú eres el príncipe de la paz, invocamos tu Santo Espíritu en este momento para que inundes cada uno de los lugares de nuestra mente y corazón. Señor danos esa paz que solo tu nos puedes dar, esa paz que está presente en medio de nosotros desde que viniste por primera vez. Dadnos, Señor Paz en las dificultades, problemas, aflicciones, dolores y enfermedades. Oramos hoy porque tu paz invada nuestras vidas y las de nuestras familias. Padre eterno gracias por enviarnos a tu hijo amado para darnos tu paz, amor y perdón. Señor que nuestros corazones nunca pierdan la paz que tú nos das. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Participaremos de la misa el domingo 7 de diciembre y de ser posible algún otro día entre semana.
Actividad inicial
En esta segunda semana de Adviento buscaremos y pediremos a Dios llenar nuestros corazones con la paz que nuestro Señor Jesús nos ha prometido. Él nos dice “mi paz les dejo, mi paz les doy” Juan 14,27. Hoy reflexionaremos en el llamado que Juan el Bautista nos hace a la conversión. Conversión significa volver nuestra mirada a Dios y seguir su voluntad.
Encendemos dos velas moradas de la corona de adviento y al hacerlo iremos recordando que Jesús es el salvador, el príncipe de la paz que vino a llenar el mundo de su presencia, de su luz y de su amor. Si no tienes una corona, puedes encender cualquier vela.

Algún miembro de la familia leerá el evangelio y pedirá a los niños mantenerse en silencio y escuchar atentos.
Mateo 3, 1-12
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Palabra del Señor, R/Gloria a ti Señor Jesús.

Jesús es quien verdaderamente nos transforma por dentro. Debemos tratar de ser mejores cada día: ser más obedientes, más amables, más sinceros y más solidarios. Juan bautizaba con agua como un signo de que las personas querían empezar de nuevo, con un corazón limpio. No basta con decir que creemos en Dios: debemos demostrarlo con nuestras acciones. Cuando compartimos, perdonamos, ayudamos y amamos, estamos preparando nuestro corazón para que Jesús viva en él.

Les contaremos a los niños este cuento titulado El mensaje de Juan el Bautista y les iremos mostrando las imágenes para que ellos puedan visualizar mejor la historia. Si tienen preguntas, podemos írselas respondiendo durante la lectura:
El mensaje de Juan el Bautista
Había una vez, un hombre llamado Juan. Juan era muy diferente a los demás: vestía ropas hechas de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero y comía saltamontes y miel silvestre. Pero lo que más llamaba la atención de Juan no era su apariencia ni su comida, sino el importante mensaje que llevaba para todos.

Juan vivía cerca del río Jordán y todos los días hablaba a la gente que venía de pueblos y ciudades cercanas. Con voz fuerte y clara, decía: “¡Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca!” La gente escuchaba atenta, porque sabían que Juan era un mensajero especial enviado por Dios.

Algunos sentían en su corazón que debían cambiar y hacer el bien. Se acercaban a Juan, reconocían sus errores y él los bautizaba en las aguas frescas del río Jordán. Era como si el agua se llevara todo lo malo que había en ellos y les diera una oportunidad para empezar de nuevo, siendo mejores personas.

Pero un día, llegaron unos hombres muy importantes del pueblo, que pensaban que ya eran perfectos y no necesitaban cambiar nada. Juan los miró con seriedad y les dijo: “No basta con parecer buenos por fuera. Dios quiere corazones sinceros y humildes. Si de verdad quieren agradar a Dios, demuéstrenlo con acciones buenas.”

La gente entendió que el mensaje de Juan no era solo para unos pocos, sino para todos. Él les explicó que pronto vendría alguien aún más especial: Jesús, quien bautizaría no solo con agua, sino también con el Espíritu Santo, trayendo amor y esperanza para todos. Desde ese día, muchos niños y adultos decidieron ayudar a los demás, compartir lo que tenían y ser amables. Sabían que preparaban el camino para algo maravilloso que estaba por suceder.

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
Juan 3:16

Cada integrante de la familia puede compartir su respuesta a estas preguntas (Nota: Papás o cuidadores, compartan primero su respuesta para que los niños tengan una idea de lo que deben reflexionar)
- ¿Qué aprendiste del cuento?
- ¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
- ¿En qué momento del día podríamos en familia reflexionar en lo que hicimos bien o mal durante el día? ¿Podríamos hacer esta reflexión diariamente?

A continuación, encontraras unos archivos descargables para imprimir.

Estaré pendiente de lo que ocurre en mi alrededor, si hay algún conflicto procurare estar en paz y brindar esa paz a los que me rodean, cambiando la queja y el reclamo por palabras de cariño y amor, incluso dando un abrazo.
- Adultos y jóvenes: En los próximos días reflexionare en ¿Qué me invita Dios a cambiar en mi vida? Luego haré una oración pidiendo a Dios que me ayude a cambiar aquello que debe ser diferente en mí y humildemente le pediré que me de las herramientas necesarias para hacer las cosas de acuerdo a su voluntad. Si me es posible asistiré a una capilla para hacer allí mi oración y un examen de conciencia.
- Niños (Mayores de 7 años): Leeré nuevamente la historia de la Juan el Bautista. Reflexionaré en las cosas que no he hecho bien desde la última vez que me confese y si no las recuerdo, pediré a Dios que me ayude a recordar. Pediré a Dios que me perdone y me ayude a tener un corazón limpio para navidad.
- Niños (Menores de 7 años): Junto con mis padres leeré nuevamente la historia de Juan el Bautista. Compartiré con papá y mamá qué me llamo la atención y que preguntas tengo acerca de la historia. Nota: Para los niños más pequeños (menores de 5 años) se le puede narrar la historia mostrándole las imágenes y explicándole lo que hay allí; personajes, lugares y situación.

Animemos a nuestros niños a responder a cada petición:
R/ Señor danos tu paz
Hagamos una por una las peticiones que se encuentran a continuación y pidámosle a cada uno de los integrantes de la familia, incluyendo a los niños, que piense en alguien o algo por lo que quieran pedirle a Dios:
- Para que encontremos en el diálogo soluciones a nuestros malentendidos. R/ Señor danos tu paz
- Para que en nuestra familia y las de nuestros compañeros de trabajo y estudio reine la unidad y la comprensión. R/ Señor danos tu paz
- Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Durante la oración final uno de los miembros de la familia ira leyendo la oración y los demás irán repitiendo sus palabras:
Señor Jesús, imploramos que nos concedas tu Santo Espíritu y que hagas tu morada en nuestros corazones. Con tu gracia podremos ser dignos de este hermoso regalo para dar mucho amor y paz a todos los que nos rodean. Amén.
Padrenuestro, Dios te salve y Gloria

Ahora veamos en familia el siguiente video para saber más acerca del examen de conciencia:
Hemos terminado las actividades de esta semana. Nos vemos la próxima Semana.
Dios te bendiga.
PERMÍTENOS ORAR POR TUS PLEGARIAS
¿Te gustaría que oremos por ti o por alguien más ?
El grupo de intercesión de Conversando con Dios orará por tu intención. Clamando a Dios para que su voluntad obre en tu vida y en la de quienes estén en tu intención. Recuerda lo que nos dice Jesús: «Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» Mateo 18,20
