Padre eterno en esta bella noche celebramos el nacimiento de tu amadísimo hijo Jesús. Gracias Padre porque en Jesús nos mostraste el inmenso amor que nos tienes y nos has entregado en él la paz que tanta falta hace en nuestras vidas. Ayúdanos a abrir nuestros corazones para que Jesús renazca en ellos y seamos dignos de tu Espíritu Santo.

Queremos cada día llevar la buena noticia de amor que nos has obsequiado . Guíanos cada día para mostrar en nuestras obras que Jesús realmente está en nosotros al repartir amor, ser generosos, perdonar y donarnos a los demás.

Gracias Jesús por venir a nuestras vidas, gracias por elegirnos. Con humildad te adoramos y te alabamos en esta bella noche y todos los días. Mantén tu morada en mí, en mis familiares, mis amigos y en mi comunidad. Qué felicidad saber qué decidiste ser nuestro redentor y venir al mundo para amarnos, salvarnos, darnos paz y vida eterna.

Dios pongo en tus manos a mi familia, los que están cerca y los que están lejos, a mis amigos y a todas las personas que comparten la vida conmigo, bendícelos, acompáñalos y si alguno de ellos está pasando por un momento difícil, consuélalo y fortalécelo. Llénalos a todos de tranquilidad, paz, sabiduría y amor.

Gracias Padre, gracias Jesús, gracias Espíritu Santo, gracias María por este hermoso día. Dios, con tu gracia podemos abrir hoy nuestros corazones y compartir con María, José y los pastorcitos el gozo de verte nacer en medio de la humanidad. Qué esta gracia nos ayude a decirle sí a tu voluntad Padre eterno como lo hizo María, a decirle sí a Jesús en nuestra vida, a confiar siempre en tu voluntad y en tus planes aun cuando no los entienda. Hoy le digo sí a Jesús en mi corazón, mi alma y mi espíritu.

Amén.