EL AMOR DE JESÚS EL SEÑOR

Semana 4: El Amor de Jesús el Señor

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Semana 4: Retiro Adultos

El Amor de Jesús el Señor

Estas actividades pueden realizarse cualquier día desde el 19 de diciembre al 26 de diciembre del 2025.

Estamos cerca del culmen de esta preparación de adviento. Próximamente celebraremos navidad, y la navidad nos da una gran oportunidad para dejar de lado los pensamientos de desamor, odio, rabia, tristeza, resentimiento y remordimiento. Recordemos que el Señor Jesús es quien habita en nosotros y mientras mantengamos nuestro corazón abierto a Él, podremos sentir su amor cada día.

Encendemos tres velas moradas y la vela rosada de la corona de adviento y mientras encendemos las velas llenemos del amor que Jesús nos da, porque Él está presente allí donde te encuentras, su Santo Espíritu ahí está. Deja que Él te abrace con su amor. Si no tienes una corona, puedes encender cualquier vela. El día de Navidad encenderemos una vela blanca también.

““Es navidad cada vez que permitimos a Jesús amar a los demás a través de nosotros”. Santa Teresa de Calcuta

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Padre eterno, danos la gracia de amarnos como tú nos lo has pedido. Que podamos decir sí al amor todos los días y poder amar a quien es nuestro amigo y de igual manera amar a nuestro enemigo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Escuchemos y oremos juntos la Oración de Amor, debajo del vídeo se encuentra la oración escrita.

ORACIÓN DE ADVIENTO DE AMOR

Padre eterno tu eres el amor mismo, hoy te pedimos que llenes nuestros corazones de amor, para que a semejanza tuya podamos ser comprensivos, misericordiosos y amorosos con todas las personas que compartimos cada día. Gracias Señor porque en esta época de adviento nos has llenado de esperanza, paz y alegría, pero sabiendo que lo mejor que podemos tener en el corazón es el amor, hoy te pedimos que sanes y limpies todo aquello que no nos deja amarte verdaderamente a ti y a los demás. Tú eres amor y queremos sumergirnos diariamente en ese amor para que, a semejanza de nuestro Señor Jesús, llevemos tu luz, tu verdad y tu obrar. Bendice Señor nuestros hogares y ayúdanos a limpiar cualquier odio, cualquier resentimiento y cualquier herida que haya entre nosotros. Señor Jesús que en este tiempo de Adviento tu corazón lata en el nuestro para que la estrella de Belén se pose en cada uno de nosotros y de nuestros hogares y seamos símbolos de tu presencia, reconociéndote como nuestro Señor y proclamando tu palabra y tu obrar en todo lo que decimos y hacemos. Amen.

Mateo 1, 18-24

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.  Palabra del Señor, R/Gloria a ti Señor Jesús.

Hoy reflexionaremos acerca de José, el padre humano de Jesús, y como su actuar nos da una lección de amor. José nos enseña que cuando amamos, este amor se puede manifestar de una manera silenciosa. Él siendo un hombre justo no quería difamar a María. Aunque Él no entendía como era posible que María estuviera embarazada, la amaba y no quería que ella sufriera ningún daño ni de palabra ni de obra. Hay momentos en nuestra vida que lo mejor es callar. Habrá momentos en que podremos sentir que debemos hablar, pero no debemos hacerlo sin antes haber estado en oración y ver si lo más conveniente en realidad es hablar. Algunas veces quienes hablan son nuestra emociones o racionamientos incorrectos y podemos terminar hiriendo profundamente a las personas que Dios nos ha encomendado amar. Te invito a hacer parte de tu vida una reflexión antes de hablar, iluminada con la luz del espíritu santo, para que como José seamos esos hombres y mujeres justos que no hablamos a destiempo.    Marcel

“El Adviento es un tiempo de gracia para quitarnos las máscaras – que cada uno tiene- y ponernos en fila con los humildes; para liberarnos de la presunción de creernos autosuficientes, para ir a confesar nuestros pecados, aquellos escondidos, y recibir el perdón de Dios, para pedir perdón a los que hemos ofendido. Así comienza una nueva vida”.  Papa Francisco

Reflexiona personalmente o en familia en las siguientes preguntas. Después de 10 minutos de reflexión, comparte o escribe tus respuestas.

Haz una oración de agradecimiento a Dios o designen a alguien de la familia para que haga esta oración.  A cada petición respondemos: R/ Señor danos tu amor:

• A Padres Madres, Abuelos, Tíos, Primos. R/ Señor danos tu amor
• A Hijos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y estudio. R/ Señor danos tu amor
• A Líderes religiosos y servidores del reino de Dios. R/ Señor danos tu amor
• A Lideres de nuestras empresas, centros de estudio y ocio. R/ Señor danos tu amor
• Se pueden agregar el nombre específico de otras personas por las que queremos orar.

Cada miembro de la familia hará una petición a Dios, puede compartirla en voz alta o escribirla en un papel y ponerla en el altar que haya en casa.

Adultos y jóvenes:

• CALLARÉ antes de hablar para reflexionar con Dios lo que debo decir y lo que debo callar.
• PEDIRÉ a Dios me ayude a amar a esa persona que más me ha costado amar durante este año. Ofreceré mis momentos de oración y misas por este propósito.

Participaremos de la misa el domingo 21 de diciembre y el 24 y/o el 25 de diciembre. De igual manera nos confesaremos si aún no lo hemos hecho. 

Señor Jesús, limpia nuestros corazones del desamor, del orgullo, el resentimiento, la rabia, y cualquier otro sentimiento que no nos deje experimentar y manifestar tu amor a otros. Que podamos ser ese Cristo viviente, y manifestar tu amor y tu paz a través de nuestros pensamientos, sentimiento y actos a todos los que se acerquen a nosotros. Amén.    

Padrenuestro, Dios te salve y Gloria

Prepara el corazón para recibir a Jesús con esta canción:

Hemos terminado las actividades de esta semana. Nos vemos la próxima Semana.

Dios te bendiga.

Semana 4: Retiro Familia con Niños

El Amor de Jesús el Señor

Estamos cerca del culmen de esta preparación de adviento. Próximamente celebraremos navidad, y la navidad nos da una gran oportunidad para dejar de lado los pensamientos de desamor, odio, rabia, tristeza, resentimiento y remordimiento. Recordemos que el Señor Jesús es quien habita en nosotros y mientras mantengamos nuestro corazón abierto a Él, podremos sentir su amor cada día.

Encendemos tres velas moradas y la vela rosada de la corona de adviento y mientras encendemos las velas llenemos del amor que Jesús nos da, porque Él está presente allí donde te encuentras, su Santo Espíritu ahí está. Deja que Él te abrace con su amor. Si no tienes una corona, puedes encender cualquier vela. El día de Navidad encenderemos una vela blanca también.

Durante esta oración inicial uno de los miembros de la familia ira leyendo la oración y los demás irán repitiendo sus palabras:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Padre eterno, danos la gracia de amarnos como tú nos lo has pedido. Que podamos decir sí al amor todos los días y poder amar a quien es nuestro amigo y de igual manera amar a nuestro enemigo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Escuchemos y oremos en Familia esta Oración de Amor, el texto de la oración esta debajo del video:

ORACIÓN DE ADVIENTO DE AMOR

Padre eterno tu eres el amor mismo, hoy te pedimos que llenes nuestros corazones de amor, para que a semejanza tuya podamos ser comprensivos, misericordiosos y amorosos con todas las personas que compartimos cada día. Gracias Señor porque en esta época de adviento nos has llenado de esperanza, paz y alegría, pero sabiendo que lo mejor que podemos tener en el corazón es el amor, hoy te pedimos que sanes y limpies todo aquello que no nos deja amarte verdaderamente a ti y a los demás. Tú eres amor y queremos sumergirnos diariamente en ese amor para que, a semejanza de nuestro Señor Jesús, llevemos tu luz, tu verdad y tu obrar. Bendice Señor nuestros hogares y ayúdanos a limpiar cualquier odio, cualquier resentimiento y cualquier herida que haya entre nosotros. Señor Jesús que en este tiempo de Adviento tu corazón lata en el nuestro para que la estrella de Belén se pose en cada uno de nosotros y de nuestros hogares y seamos símbolos de tu presencia, reconociéndote como nuestro Señor y proclamando tu palabra y tu obrar en todo lo que decimos y hacemos. Amen.

Algún miembro de la familia leerá el evangelio y pedirá a los niños mantenerse en silencio y escuchar atentos.

Mateo 1, 18-24

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.  Palabra del Señor, R/Gloria a ti Señor Jesús.

En este Evangelio conocemos a San José, un hombre bueno y con un corazón muy grande. José estaba preocupado y confundido, porque no entendía lo que estaba pasando con María. Pero en vez de enojarse o hacer algo malo, decidió confiar en Dios.

Dios habló a José en un sueño y le pidió que no tuviera miedo y que cuidara a María y al niño Jesús. José escuchó a Dios, confió en Él y obedeció, aunque no entendiera todo.

Gracias al “sí” de José, Jesús tuvo una familia que lo amó y lo cuidó. José nos enseña que Dios siempre está con nosotros, incluso cuando sentimos miedo o no entendemos lo que pasa. Cuando confiamos en Dios y hacemos el bien, Él nos guía por el mejor camino.

Cada integrante de la familia puede compartir su respuesta a estas preguntas (Nota: Papás o cuidadores, compartan primero su respuesta para que los niños tengan una idea de lo que deben reflexionar)

• ¿De qué maneras puedes demostrar amor a tus padres, familiares, amigos, maestros, compañeros de estudio o de juego?

A continuación, encontraras unos archivos descargables para imprimir.

Adultos y jóvenes:

• CALLARÉ antes de hablar para reflexionar con Dios lo que debo decir y lo que debo callar.
• PEDIRÉ a Dios me ayude a amar a esa persona que más me ha costado amar durante este año. Ofreceré mis momentos de oración y misas por este propósito.

Niños:

• Haré unas tarjetas navideñas en las que exprese mi amor a las personas que me rodean. 
• Junto con mis padres reflexionaré de qué manera podemos demostrar más amor en familia. Las ideas que surjan las escribiremos en un papel y lo pondremos en un lugar visible para todos. Se pueden incluir dibujos para los niños que aún no saben leer.   

Participaremos de la misa el domingo 21 de diciembre y el 24 y/o el 25 de diciembre. De igual manera nos confesaremos si aún no lo hemos hecho. 

Animemos a nuestros niños a responder a cada petición:

 R/ Señor danos tu amor

Hagamos una por una las peticiones que se encuentran a continuación y pidámosle a cada uno de los integrantes de la familia, incluyendo a los niños, que piense en alguien o algo por lo que quieran pedirle a Dios:

• A Padres Madres, Abuelos, Tíos, Primos. R/ Señor danos tu amor
• A Hijos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y estudio. R/ Señor danos tu amor
• A Líderes religiosos y servidores del reino de Dios. R/ Señor danos tu amor
• A Lideres de nuestras empresas, centros de estudio y ocio. R/ Señor danos tu amor
• Se pueden agregar el nombre específico de otras personas por las que queremos orar.

Durante la oración final uno de los miembros de la familia ira leyendo la oración y los demás irán repitiendo sus palabras:

Señor Jesús, limpia nuestros corazones del desamor, del orgullo, el resentimiento, la rabia, y cualquier otro sentimiento que no nos deje experimentar y manifestar tu amor a otros. Que podamos ser ese Cristo viviente, y manifestar tu amor y tu paz a través de nuestros pensamientos, sentimiento y actos a todos los que se acerquen a nosotros. Amén.   

  Padrenuestro, Dios te salve y Gloria

Ahora veamos en familia la siguiente canción para para preparar el corazón a la venida del Señor.

Hemos terminado las actividades de esta semana. Nos vemos la próxima Semana.

Dios te bendiga.